miércoles, 23 de julio de 2014

Nuestros Telediarios



Cuando eres pequeño no crees que ciertas cosas puedan ser mentira y cuando creces no crees que ciertas cosas puedan ser verdad.

A medida que creces tomas consciencia de la realidad que te ha tocado vivir: te das cuenta de lo perro que es este mundo de hoy en día y de aquello que realmente tiene verdadero valor para ti. Crecer es básicamente aprender en todos los sentidos.

Y sí, este mundo es perro, porque sin ir más lejos en los últimos telediarios podemos ver como palestinos e israelíes se enfrentan en una guerra que perdura en el tiempo, entre hermanos, en el que el único fin visible es la siembra de odio y la venganza para exterminar a los iguales.

Este mundo es perro, porque noticias así son habituales por nuestra culpa, por querer creerlas habituales, porque cada vez somos de forma progresiva e irrefrenable, un poco menos humanos
Este mundo es el gran negocio de unos pocos.

Aquí en La Tierra vivimos gobernados bajo la inamovible idiosincrasia de nuestra especie mientras esperamos veredicto externo y ajeno sobre si existe vida inteligente… ¿pero qué pensarían si vieran nuestros telediarios?





                                                                             

martes, 22 de julio de 2014

Algo



Creo que han sido varios atropellos de fugacidad, y estoy seguro que no me equivoco si digo que no me equivoco, incluso desde el primer momento.

Y precisamente, de momento, otra de esas preguntas con la respuesta en el tintero, pero con todas sus letras ya escritas ahí dentro.




viernes, 2 de mayo de 2014

La fe la pones tú



Tú decides qué creer, sobre qué pared de humo recostarte buscando apoyo, es algo voluntario, la fe la pones tú.

La esperanza es un acto reflejo, para que cuando excedas la carga sobre ese muro no caigas de golpe al vacío si éste se esfuma de repente.
Cuando uno titubea en la cuerda floja, la esperanza es la red que impide que se descalabren sus convicciones más tenaces.

Sin embargo la esperanza suele ofrecerse únicamente como la agonía de tus accidentados principios, porque el impacto termina por ser ineludible.
Los aires de la vida terminan soplándote tu castillo de naipes en la cara.

Y al final sólo das cobijo a la esperanza de algún día volver a tener fe. 



martes, 8 de abril de 2014

Cruce de miradas



Queda patente que los ojos nos delatan, y ojalá fuera del todo cierto eso de que los ojos son las ventanas del alma.
Porque hay miradas en las que perderse, donde encontrarse, donde buscarse, algunas te dan la vida y otras te matan.
Hay miradas profundas como pozo sin fondo, hay pupilas que si se posan en ti detienen el giro de este mundano mundo.
Porque es un arte aquello de mirar a los ojos, para que vivan los momentos eternos que duran tan sólo un sólo segundo.

Por los cruces de miradas sin pasos peatonales.




A cada paso que doy, diez piedras en mi zapato


Misma historia de siempre con mismo protagonista,
mismos vuelos rasos, mismas ilusiones en los  viajes de ida,
mismos golpes y caídas tras salir por la puerta,
mismas decepciones y chascos que facturar en el viaje de vuelta.

A años luz de ciudad utopía, a la espalda cargos, cargas, y lastres como pesada mochila,
ambientes contaminados que te lastiman, gente tóxica en el día a día,
no hay mejor apoyo que tu propia cama, reposa en el colchón el peso de tus sueños,
arrópate con ellos, sueña con un mejor mañana.

A cada paso que doy, diez piedras en mi zapato, conviene a veces mejor andar descalzo.