martes, 8 de abril de 2014

Cruce de miradas



Queda patente que los ojos nos delatan, y ojalá fuera del todo cierto eso de que los ojos son las ventanas del alma.
Porque hay miradas en las que perderse, donde encontrarse, donde buscarse, algunas te dan la vida y otras te matan.
Hay miradas profundas como pozo sin fondo, hay pupilas que si se posan en ti detienen el giro de este mundano mundo.
Porque es un arte aquello de mirar a los ojos, para que vivan los momentos eternos que duran tan sólo un sólo segundo.

Por los cruces de miradas sin pasos peatonales.




A cada paso que doy, diez piedras en mi zapato


Misma historia de siempre con mismo protagonista,
mismos vuelos rasos, mismas ilusiones en los  viajes de ida,
mismos golpes y caídas tras salir por la puerta,
mismas decepciones y chascos que facturar en el viaje de vuelta.

A años luz de ciudad utopía, a la espalda cargos, cargas, y lastres como pesada mochila,
ambientes contaminados que te lastiman, gente tóxica en el día a día,
no hay mejor apoyo que tu propia cama, reposa en el colchón el peso de tus sueños,
arrópate con ellos, sueña con un mejor mañana.

A cada paso que doy, diez piedras en mi zapato, conviene a veces mejor andar descalzo.